Los poderes del firmante son el documento notarial que te autoriza como representante de la sociedad.
En algunas ocasiones podrás encontrarlo en las escrituras de constitución. Si no te suena, puedes preguntar a tu equipo de Legal, Finanzas, Contabilidad o Administración. También es probable que tu sociedad no disponga de este documento, por lo que no será necesario aportarlo en ese caso.